Costumbre Y tradiciones
La parroquia mantiene la pintoresca costumbre de festejar la fiesta de Fin de año con la quema del Año Viejo, personificado con monigotes o muñecos rellenos de trapos, papel, aserrín
y petardos que son colocados en veredas y calles sobre sencillos o estructurados escenarios que hacen diferentes alusiones de la vida cotidiana.
Para mantener esta tradición los barrios de la cabecera parroquial se organizan para construir los Años Viejos, utilizan ropas usadas para vestir a los monigotes y las tradicionales caretas, hechas con papel engomado para participar en el concurso de monigotes.
Acompañan a estas creativas figuraciones, las viudas del año viejo, personajes reales generalmente representados por hombres, niños o niñas que se disfrazan de mujeres voluptuosas o hijos del “Viejo”, para pedir a los transeúntes unos centavos de caridad.
A las doce de la noche se queman los Años Viejos y a la vez empiezan los festejos del año nuevo.
- Migración
En la parroquia Jerusalén los factores principales de la migración hacia el extranjero es debido a falta de apoyo gubernamental, de acceso a la educación, de trabajo, información, tecnología, de créditos rápidos y agiles, de actividades productivas sostenibles, etc., la mayor parte de población migra en busca de oportunidades de trabajo y de mejorar sus ingresos para el bienestar de su familia.